¿El sueño puede mejorar su sistema inmunológico?
¡SI! Dormir bien por la noche tiene muchos beneficios para su salud en general. Si bien capturar algunas “Zzz” no curará una enfermedad, no dormir lo suficiente podría afectar negativamente su primera línea de defensa: su sistema inmunológico.
Este es el por qué:
La falta de sueño contribuye a aumentar los niveles de ansiedad y estrés. Una cantidad moderada de estrés o un buen estrés, la cosas que te gusta hacer o te desestresan, pueden ayudarte a lidiar con dificultades o eventos inesperados. Pero cuando el estrés es excesivo y continuo, puede debilitar su sistema inmunológico.
El sueño tiene mucho que ver con ciertas funciones inmunes y un sistema inmunológico saludable. La investigación muestra que solo tres noches sin dormir afecta las células T. Las células T ayudan al cuerpo a distinguir entre amigos y enemigos. También trabajan con células asesinas naturales para atacar a los invasores dañinos.
Cuando duermes, tu cuerpo se comporta de manera diferente que cuando estás despierto. Durante este tiempo, su cuerpo regenera y repara las células. Es por eso que te sientes agotado cuando no duermes lo suficiente, lo que puede provocar problemas de salud.
La línea de fondo:
La cantidad de sueño que necesita depende de varios factores, como su edad y estilo de vida. Para la mayoría de los adultos, 7 a 8 horas de buen sueño cada noche es más que suficiente. Los adolescentes necesitan dormir entre 9 y 10 horas. Los niños en edad escolar pueden necesitar 10 o más horas de sueño.
Para incrementar tus defensas y darle inteligencia al sistema inmunológico toma Factores de Transferencia que ayudan a las células inmunitarias a reconocer rápidamente los microbios invasores y otras posibles amenazas. Ayudan al sistema inmunológico a reaccionar más eficazmente después de que se ha identificado a un invasor. Son una ayuda para recordar cómo afrontar cada problema que se le presente a tu sistema inmunológico, para que tu cuerpo sepa exactamente qué hacer la próxima vez.
4Life ha ido más lejos que cualquiera al promover e investigar los beneficios de los factores de transferencia. Sin duda, esta innovación científica continuará.